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La caída de un trabajador que realizaba trabajos en altura puede costar a su empresa 230.000 euros

Visor Redes de Seguridad - Certificado Tipo S

Las medidas de seguridad colectiva en la construcción y en general en cualquier actividad desarrollada en altura, son extremadamente importantes, sobre todo porque hay vidas en juego, pero también porque no tomar las medidas adecuadas puede tener consecuencias graves para la empresa que incumple dichas normas.

Así ha ocurrido en un caso que aconteció en 2007 en el Polígono Industrial de Sabón en La Coruña y del cual se está desarrollando actualmente el juicio. Un trabajador que realizaba trabajos de reforma en el tejado de uralita de una nave industrial a una altura de unos seis metros, sufrió una grave caída al ceder una de las placas de uralita que debía reparar.

Esta caída puede costar al administrador de la empresa hasta dos años y medio de cárcel y 230.000 euros de indemnización. El delito del que se les acusa es de un delito contra los derechos de los trabajadores vinculado a otro de lesiones por imprudencia ya que según indica el Ministerio Fiscal: «el acusado omitió las más elementales medidas de precaución exigibles» ya que no dotó la zona de trabajo de sistemas que permitiesen el anclaje de protección individual anticaídas o sistemas de protección colectiva, como una línea de vida o redes horizontales de seguridad.

Ocurre que pese a que el trabajador utilizaba un arnés de seguridad, no existía una línea de vida correctamente anclada, por lo que el operario se veía obligado a soltarse cuando se desplazaba por encima de la cubierta de una viga a otra. Tampoco se habían instalado redes de seguridad horizontales que limitaran los efectos de una posible caída.

A consecuencia de la caída, el operario sufrió graves lesiones derivadas del traumatismo craneoencefálico con hemorragias y contusiones que le mantuvieron ingresado en la UCI durante 20 días y le costaron 400 días de recuperación. El impacto le ha dejado además otras secuelas como un deterioro leve de las funciones cerebrales superiores, dolores cervicales y lumbares y visión doble, lesiones que le han llevado a la incapacidad total permanente.